Los perros han demostrado ser animales terapéuticos efectivos. Para las personas mayores de 60 años, su presencia no es solo la de un compañero leal, sino también una fuente real de mejora del bienestar físico y mental.
Beneficios fisiológicos
- Reducción de la presión arterial: el contacto con la mascota disminuye el estrés, calma el sistema nervioso y favorece la liberación de oxitocina, la «hormona de la confianza y la alegría».
- Actividad física moderada: los paseos diarios con el perro incorporan movimiento regular, ayudando a mantener el tono muscular y la salud articular.
- Refuerzo del sistema inmunitario: el contacto con el pelaje y la microflora del animal estimula las defensas naturales del cuerpo.
Apoyo psicológico
Elemento de influencia | Descripción |
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Reducción de la ansiedad | Las caricias y la interacción calman y reducen los miedos |
Combate la soledad | La compañía constante y “conversar” con el perro |
Mejora del ánimo | Los juegos y trucos divertidos provocan sonrisas y risas |
- Sentido de utilidad: cuidar de la mascota da propósito al día a día: alimentarla, pasearla y abrigarla en días fríos.
- Interacción social: los paseos se convierten en oportunidades para charlar con vecinos y compartir consejos de cuidado.
Razas recomendadas para terapia
- Cavalier King Charles Spaniel: muy amigable, paciente, disfruta de los abrazos y de un ritmo de vida tranquilo.
- Labrador Retriever: carácter equilibrado, fácil de adiestrar y perfecto para paseos conjuntos.
- Poodle miniatura: hipoalergénico, receptivo y lo suficientemente inteligente para aprender trucos básicos de entretenimiento.
Conclusión
Un perro terapéutico es más que una mascota: es un verdadero aliado en el autocuidado. Los beneficios fisiológicos de los paseos y la compañía, junto con el apoyo emocional y la socialización, hacen de los perros compañeros imprescindibles para las personas mayores.